Imagen destacada:
📷 Ver noticia en La Nueva Crónica
🛑 Editorial: Las revoluciones comienzan con la basura acumulada
Antes de la Revolución Francesa, el pueblo de París comía pan rancio y vivía entre la suciedad, mientras la nobleza bailaba en Versalles.
En 1789, alguien dijo basta.
Hoy, en Armunia, las calles están tomadas por ratas, cucarachas y una apatía municipal que huele peor que los contenedores sin vaciar. Y mientras tanto, desde Ordoño II hasta el Palacio de Botines, todo es limpieza, flores, y escaparates relucientes.
Pero cuidado. Porque cuando un barrio se levanta, ni los insectos ni los políticos tienen dónde esconderse.
🔟 Diez razones por las que esta vez, sí, puede estallar la chispa
-
El foco de la plaga se ha extendido: no es un caso aislado, es un síntoma estructural del abandono.
-
Vecinos han registrado imágenes de cucarachas saliendo de sumideros en pleno día. ¡Ni en Chernóbil!
-
Las alcantarillas no han sido fumigadas en meses, ni siquiera tras denuncias formales.
-
Los parques infantiles, convertidos en territorio hostil para los niños y sus padres.
-
La Junta Vecinal ha vuelto a elevar la voz en los medios. Pero el eco no llega al Ayuntamiento.
-
Hay constancia fotográfica de basura acumulada durante semanas en puntos clave del barrio.
-
Los contenedores están rotos o desbordados. Pero los camiones solo vienen… cuando hay elecciones cerca.
-
Los vecinos mayores, algunos con problemas de movilidad, no pueden ni abrir las ventanas.
-
No existe un plan de choque: solo excusas, trámites dilatados y promesas que nunca se cumplen.
-
Este abandono está provocando algo más que rabia: está despertando al vecindario. Y eso, sí que da miedo.
📜 Historia y orgullo: Armunia también sabe hacer historia
Armunia no es un barrio cualquiera. Tiene siglos de historia, de lucha obrera, de solidaridad vecinal. Aquí no se baja la cabeza, se levantan las manos para trabajar, protestar y construir.
Como los comuneros de Castilla, como los vecinos del 2 de Mayo en Madrid, Armunia se levanta cuando ya no le dejan ni dignidad.
“La suciedad es visible. La humillación, la sentimos dentro. Pero de aquí no nos echa ni Dios, ni los ratones, ni un alcalde ausente.”
— Lucía Santos, madre y vecina de la Plaza de la Iglesia
🧭 Llamamiento vecinal
Sin pancartas aún, pero con indignación.
Sin barricadas todavía, pero con decisión.
Armunia no mendiga servicios. Exige respeto.
Y cuando un barrio exige, los que gobiernan deberían empezar a escuchar…
o prepararse para limpiar su silla del cargo.